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sábado, 14 de noviembre de 2015

Mi vivencia en París



Cuando compré mi billete a París, jamás me hubiera imaginado la situación que ha acontecido. Mi intención era pasar un fin de semana increíble con mi amiga Myriam, que vive en París y conocer de su mano los recovecos mágicos que guarda esta ciudad en su interior.

Ayer, 13 de noviembre de 2015, aterricé en París Orly por la mañana. Cuando me dirigía a nuesto encuentro en tren (el RER parisino) ya transcurrió la primera situación extraña que viví ayer.
Después de coger el Orly Val hasta Antony, me dirigía hasta Vincennes pero tenía que hacer transbordo en la estación Chatêlet Les Halles (la cual se puede comparar con las estaciones de Atocha en Madrid o Sants en Barcelona). De repente, en la estación de Denfert Rochereau (a tres paradas de Châtelet Les Halles), el conductor del tren indica por megafonía en francés que nos bajemos del tren que no va a seguir su recorrido. Ignorante del idioma francés, salgo de las últimas del vagón siguiendo a la multitud pero, sin comprender absolutamente nada por ser la primera vez que me sucede (a pesar de haber viajado en transporte público en varias ciudades europeas con cotidianidad) espero hasta poder hablar con una funcionaria de la RATP. En inglés consigue explicarme que alguien se ha olvidado una bolsa sospechosa en la estación y que por ese motivo el tren no continuará con su itinerario hasta que la policia confirme que el contenido es inofensivo. En este instante, consideró un tanto exagerado el incidente. Me río para mis adentros porque lo califiqué de pintoresco. ¿Cómo podía ser que en París paralizaran el transporte público por una maleta? ¿Los franceses? Imposible.
Estaba siendo completamente ignorante. Desconocía la realidad.
De manera que, salí de la estación, me quedé fuera pensando la manera de cómo podía llegar a mi destino y entré en el Hall de la Estación para preguntar las posibles alternativas. Fue entonces cuando me indicaron que se había reestablecido el servicio y que podría volver a coger el tren sin modificar mi ruta. Así lo hice. Cuando estaba esperando que el tren emprendiera de nuevo su viaje, la policia empezó a cachear a dos adolescentes con rasgos árabes que paseaban por allí. Les registraron el móvil. Me llamó de nuevo la atención este hecho.
Tres paradas más adelante, hice el transbordo en la estación de Châtelet-Les Halles. Si de algo te das cuenta cuando pisas el transporte público parisino es que la ciudad se nutre de inmigrantes de todo el mundo. Su abanico es variopinto.Así que allí estaba yo, observando a la gente y esperando el próximo metro. Debo admitir que aunque consideré absurda lo experimentado minutos antes, ya me hallaba en estado de incomodidad. Llamemosle contradicciones entre una corazonada y la razón.
Cuando me encontré con mi amiga Myriam, lo primero que le conté fue lo que acababa de vivir. Al comentarlo, estábamos con un compañero suyo marroquí que lleva viviendo en la ciudad desde el 2007. Entonces comprendí un detalle importante. Él que tiene un puesto de trabajo relevante en la central de una pequeña cadena hotelera, se ha visto expuesto en varias ocasiones al cacheo de la policia francesa por considerarlo sospechoso. Le ha sucedido en 4 ocasiones, si mal no creo recordar.

Entonces entendí que París vive con un miedo constante. Personas honradas que vienen a labrarse un futuro mejor que a raíz de unos desalmados les hace vivir en peligro constante a los inocentes. Infierno diario vivido por todos aquellos que tienen la tez morena o rasgos no "afrancesados", sospechosos de terrorismo.
Continuaba pecando de ingenua, porque lo peor, aún estaba por llegar.
Doy gracias a que Myriam y yo teníamos que ponernos al día y pasamos toda la tarde en su casa. Nos cercioramos de que se nos había hecho tarde, habíamos quedado con sus amigos para reunirnos en un local del distrito 10 de París. Cuando llegamos a la estación para dirigirnos al centro, volvió a suceder algo extraño. Eran las 20.30 y todos los trenes estaban parados, no había servicio. Finalmente, cogimos el tren a las 21.03, cuando normalmente el tren pasa cada 10 minutos. En la estación de Châtelet-les Halles, el tren ni tan siquiera paró. La estación que conecta a todos los trenes de la Ille de France, estaban compeltamente vacía. No se nos notificó en ningún momento el motivo. Tan solo divisamos algún miembrod de la Policia.
Myriam y yo teníamos un mal presentimiento pero ambas nos callamos sin compartirlo entre nosotras.
Cuando llegamos a Le Fantôme (el bar en el que nos reuníamos) todo seguía el curso normal de la vida social. Hasta que, de repente, se bajaron las persianas del local a eso de las 22.30. Un hecho que me pareció sumamente extraño puesto que no tenía sentido ya que no parecía que el local fuera a cerrar inminentemente. Cuando fuimos a hablar con la camarera, ésta nos informó que había habido un ataque en París.

Inmediatamente, solicité la contraseña del Wifi para poder conectar mi móvil, intentar averiguar qué había pasado y conectar con mi familia y amigos para comunicar que estaba bien, que no se preocuparan por mí.
Myriam y yo estábamos conmocionadas. Ella me pedía perdón. Le duele en el alma que durante mi estancia en la ciudad que la acoge, haya sucedido esto. Le duele como francesa que es y como humano que sufre ante tales desgracias.

Escribí a mi familia y amigos. Aproveché para publicar en Facebook y Twitter que me encontraba bien así como también para condenar lo sucedido. En el momento que yo me enteré, se hablaba de, al menos 18 muertos. 18 muertos, una cifra que me escandalizó. Nuevamente, seguía siendo ingenua.


Entonces decidimos que debíamos irnos a casa. Mi móvil ardía y el de Myriam aún más. Ella consideró oportuno desplazarnos en transporte privado, de manera que, intentó localizar un taxi o un uber. Fue imposible. París estaba colapsado. Finalmente, decidimos coger el tren para llegar a casa. Mientras esperábamos que llegara, la gente nos escribía para informarnos. No éramos capaces de entender la magnitidud del desastre. Nos llegaban ráfagas de noticias que íbamos digiriendo mientras estábamos de camino a casa. Manteníamos la calma. Sin darnos cuenta, nos cogimos la mano mientras caminábamos para protegernos. Myriam no daba a basto para contestar a las personas que le escribían. Nos ofrecieron hosperdarnos en el hotel dónde ella trabaja. La gente de París creó un Trending Toppic dónde se abrían las puertas de sus casas para todas aquellas personas que no se sintieran a salvo #PortOuverte (Puertas Abiertas).



En la estación se empezaron a divisar personas que llevaban la bandera francesa que venían del Estadio. Todos guardaban silencio, entre ellos no se hablaban. Tan solo anhelaban volver a casa y sentirse seguros. Puesto que las calles de París, no lo estaban siendo.
A pesar de ello, la gente parecía estar tranquila.

Llegados a un determinado punto, decidimos no mirar más el móvil, detener la fuente de inforamción, era mejor no entenderlo todo. Mantener la calma que hasta ese momento habíamos tenido. Y nos pusimos a cantar las dos, canciones que supiéramos las dos para distraernos. El chico que se sentaba delante de nosotras nos miró y yo le dije textualmente: "Canto para no llorar". Él me miró, lo entendió y trazó una sonrisa.

En París sólo se oían sirenas, a intervalos. Cuando llegamos a casa, también oíamos sirenas. Encendimos la televisión, empezamos a empaparnos con toda la información que pudimos. Noticias francesas, periódicos españoles, facebook, twitter...

Nosotras estábamos tan solo a 20 minutos de la sala Bataclan. Mítica sala de conciertos que se asimila a la sala Apolo de Barcelona, un antiguo teatro adaptado para conciertos y fiestas. El grupo que tocaba desconocido para mí. Posiblemente, si hubiera sido un grupo conocido por alguna de las dos, nos hubiéramos podido plantear ir al concierto.
Myriam tenía planeado que fuéramos el domingo a comer a "La Petit Cambodge". Ayer por la noche, mataron a personas a punta de disparo, allí.

Fue una simple cuestión de suerte que no estuviéramos allí.
Condeno rotundamente los atentados sucedidos ayer en París. Desalmados aquellos que atentan contra quienes no tienen manera de defenderse, contra inocentes. Defiendo la libertad de expresión y los derechos humanos. Maldigo todo aquel que por ideología religiosa, política o del caracter que fuere, se toma la ley de la vida por su cuenta.

Yo estoy en París, yo no tengo miedo y yo voy a salir de la calle hoy. Voy a intentar ser útil de la manera que pueda. Me siento segura en París. Me siento orgullosa de que el mundo entero se solidarice con la capital de Francia.
Escribo esto en señal de protesta. Sigo conmocionada, he dormido en tensión.

Agradezco a las redes sociales la posibilidad que me dan de comunicación. Y a todas aquellas personas, que a pesar de que no tenga contacto diario con ellas, se han preocupado por escribirnos tanto a Myriam, a mí y a todo aquel que se halla en París, para preguntarnos cómo estamos. Todo aquel que me haya tenido en su mente, se lo agradezco.
Los humanos podemos juntos crear un mundo mejor. Encontremos soluciones.
París vive en amenaza constante, ¿por qué hay que llegar a estas muertes para ser conscientes del riesgo y actuar? Si ayer a las 11 de la mañana ya había trenes parados, ¿por qué sucedió esto por la noche?
Tengo muchas preguntas, intentó utilizar la lógica, tener sangre fría para no derrumbarme. No puedo evitar llorar.

Me siento tranquila. Y me conforta el saber de que al menos Myriam no está sola en París durante estos hechos. Que nos alentamos la una a la otra y éso nos hace más fuertes. Gracias Myriam por tu bondad y tu bondad. 

Consiguieron que París se vaciara por completo un viernes por la noche. Consiguieron aterrorizar a todo el mundo. 

Para finalizar, Myriam ha traducido el comunicado de DAECH, el Estado Islámico, que a continuación voy a transcribir.

Si lo lees con suma atención, estremece.


"Comunicado sobre el ataque bendito de París contra la Francia cruzada"  por Daech.

En nombre de Allah, el todo misericordio, el muy misericordioso. Allah, EL MUY ALTO ha dicho (extracto del Corán): Y pensaban que en realidad sus fortalezas les defenderían contra Allah. Pero Allah ha venido a ellos por dónde menos se esperaban y ha lanzado el terror en sus corazones. Destrozaban sus casas con sus propias manos, al igual que las manos de los creyentes. Sacad una lección de esto. Oh vosotros que tan dotados sois en clarividencia. - Soürat, 59 versículo 2.

En un ataque bendecido en el que Allah ha facilitado las causas, un grupo de creyentes de soldados del califato a los que Allah ha dado poder y victoria, ha tomado como diana la capital de las abominaciones y las perversiones, la que lleva como bandera la cruz en Europa, París.
Un grupo, habiendo divorciado su vida de aquí abajo, se ha avanzado hacia sus enemigos, buscando la muerte en el sendero de Allah. Socorriendo a su religión, a su profeta y a sus aliados. Y queriendo humillar a sus enemigos. Han sido fieles con Allah. Y los consideramos como tal. Allah ha conquistado por sus manos (de los fieles) y ha arrojado el miedo en el corazón de los cruzados en su propia tierra. Ocho hermanos llevando cinturas de explosivos y armas de asalto, han tomado como objetivo lugares elegidos minuciosamente por adelantado, en el corazón de la capital francesa, le Stade de France, durante el partido de dos países cruzados, Francia y Alemania, al cual asistía el imbécil de Francia, François Hollande. Le Bataclan dónde estaban reunidos centenas de idólatras en una fiesta de perversión así como otros objetivos en el 10º, 11º y 18º distrito de París y esto, simultáneamente.
París ha temblado bajo sus pies y sus calles se han convertido en demasiado estrechas para ellos. El balance de estos ataques es de por lo menos 200 cruzados muertos y todavía más heridos. Los elegidos y los méritos pertenecen a Allah.

Allah ha ayudado a nuestros hermanos y les ha acordado lo que esperaban (el martirio), y han detonado sus cinturones explosivos en medio de estos incrédulos. Después de haber agotado sus municiones. Que Allah los acepte entre sus mártires y nos permita reunirnos con ellos.

Y Francia y los que siguen su camino deben saber que siguen siendo los principales objetivos del Estado Islámico. Que seguirán sintiendo el olor de la muerte por haber tomado la cabeza de la cruzada, haberse atrevido a insultar a nuestro Profeta, haberse sentido orgullosos de combatir el Islam en Francia y golpear a los musulmanes en Tierra del Califato con sus aviones que no les han servido de nada en sus apestosas calles de París. Este ataque es sólo el principio de la tormenta y un aviso para los que quieran meditar y sacar una lección.

Allah es el más grande.
Porque es Allah quien tiene el Poder, así como su MENSAJERO y sus creyentes; pero los hipócritas no lo saben -  Soürat, 59 versículo 8"

El mundo entero no se merece este odio.
Respeto por las víctimas, respeto por París, respeto por las familias y respeto por todos aquellos que creen en Dios se llame Yaveh, se llame Allah o se llame Zeus que no creen que la violencia sea una forma de expresión, de actuación.

 ¿Vivimos en un mundo libre o somos esclavos de nuestras palabras?


JE SUIS PARIS. STOP TERRORISM. AFORTUNADA DE AFIRMAR QUE ESTOY VIVA.